¿Qué haría si alguien a su alrededor sufre un paro cardiaco?

Si en alguna ocasión  hubiéramos tenido acceso a  un curso básico  de primeros auxilios,  probablemente seriamos capaces de reconocer  los signos de un paro cardiaco ,realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar  básicas y  de esta manera lograríamos reducir  en gran medida  el número de personas que  fallecen por Infarto agudo de miocardio.

Imaginemos lo inimaginable,  deseemos que esto nunca nos pase, pero estemos listos    para afrontarlo; no vaya a ser que se nos presente el problema y no estemos preparados.

Hay ciertos pasos que deben ser seguidos ordenadamente. El primero de ellos es confirmar si el paciente está en paro cardiaco o no, comprobando la ausencia de pulso y respiración. Esto es de suma importancia y evitara  posteriores reclamos por la persona afectada, como la anécdota del anciano  que se encontraba plácidamente durmiendo  en su cama de hospital  y fue despertado  súbitamente por un  masaje cardiaco  iniciado por un joven interno en su afán de salvarle la vida, pensando que el octogenario sufría  un paro cardiaco. Por lo que el anciano al despertar  sobresaltado pregunto: “¿porque me pega?  ¡Si yo no le he hecho nada!”.

Tenemos que buscar en  la boca  del interesado  cualquier tipo de cuerpo extraño  y removerlo inmediatamente de las vías aéreas, ya que bloquea  el paso de aire a los pulmones, ya sean dientes postizos o restos alimentarios.

Hay que colocar al paciente sobre una superficie dura si no lo está (si esto sucede cuando el afectado está sentado en un sillón, hay que tirarlo en el suelo)  e iniciar  un masaje cardiaco externo, mediante la compresión enérgica  en la parte central del pecho (esternón) a una frecuencia aproximada de 80 a 100 por minuto. Asegurándose  que  el esternón se hunda unos 3 centímetros hacia abajo. De manera ideal un segundo operador ventilara y soplara aire en la boca del afectado manteniéndole la nariz tapada, cada 15-20 compresiones. Noes indispensable  sincronizarse con la persona que hace el masaje cardiaco. Si nos encontramos solos ante un accidente tal, una respiración  cada 10-15 compresiones del tórax es suficiente.

Estas maniobras deben continuarse  hasta que llegue  el equipo médico o paramédico   entrenado  para este tipo de acontecimientos, seguramente estos portaran un equipo llamado desfibrilador con el que aplicaran una descarga eléctrica adecuada. Si la causa del paro cardiaco fue una fibrilación ventricular, el ritmo cardiaco se recuperará y el paciente volverá a tener presión y pulso. Poco a poco irá recuperando la conciencia y la respiración. Si la causa no es una fibrilación ventricular, la descarga eléctrica no le causará daño.

Posteriormente  el paciente será trasladado  a un centro médico  hospitalario para estabilizarlo y establecer cuál fue la causa que  desencadeno el paro cardiaco  y se le dará tratamiento definitivo.

Causa alivio el comunicado reciente de las autoridades, que aseguran, harán llegar la salud al mismo  domicilio de los salvadoreños; así solo tendremos que contactar el servicio de urgencias más cercano.

A veces, la causa del paro cardiaco no es un infarto con fibrilación ventricular. En estos casos, la eficacia de las maniobras de reanimación indicadas son menores, pero en cualquier caso, no son perjudiciales y deben practicarse siempre ante toda persona que pierde la conciencia y no tiene pulso.

Antes de intentar  efectuar este tipo de maniobras usted debe de  estar adecuadamente entrenado en la técnica, si este no es el caso, usted podría causarle  más daño que beneficio al enfermo, debemos entrenarnos para servir a los demás.