Tengo la dicha de tener una amiga, distinguida ama de casa, consorte de un camarada, desprendida madre de 3 hijos, excelente cocinera solamente superada en el arte culinario por su progenitora; pues bien, esta divertida señora goza de mi más sincero afecto y sufre de Diabetes.
Además es mi paciente, cuando llega a mi clínica es fácil decirle que coma razonable, pero cuando tengo la suerte de coincidir con ella en una cena fuera de casa, la verdad es que no me atrevo a decirle que si continua comiendo así se va a complicar, proviene de familia de diabéticos, y de aquellos que han perdido partes de su cuerpo a causa de las tan temidas gangrenas.
Los diabéticos en general no desean los alimentos más sanos, sino al contrario los alimentos que más les gustan son aquellos que menos efectos beneficiosos aportan a su organismo.
Cuando más se les restringe los alimentos azucarados, es cuando más deseos les produce consumirlos.
Muchas personas sufren de compulsión por ingerir algún tipo de alimento, esta tipo de conducta es más complicada en el género femenino, ya que se ven presionadas culturalmente a lucir delgadas y así tener una apariencia aceptable socialmente.
La compulsión los lleva comer rápido y algunas veces en secreto. Muchas veces lo que ingieren no es seleccionado en cuanto a sabores, es decir pueden mezclar lo dulce con lo salado: y mientras comen sufren sensaciones de culpa y pérdida del control, que les produce cierto grado de frustración después de la ingesta.
Los pacientes con diabetes son cuatro veces más vulnerables a desarrollar enfermedades del corazón que aquellos que no tienen diabetes, sufren más frecuentemente de infartos , dolor de pecho , hipertensión arterial, accidentes cerebrales vasculares; además los pacientes diabéticos pueden desarrollar sin darse cuenta ataques del corazón sin ningún tipo de malestar.
Los pacientes diabéticos, sobre todo los que utilizan insulina para su control, sufren frecuentemente de arterioesclerosis de las arterias que llevan sangre a las piernas y los pies. Las arterias se endurecen y se estrechan, la circulación de la sangre disminuye provocando dolor al caminar que se alivia con el reposo, perdida de pelo en las piernas, ulceras e infección que puede llevarlos hasta la gangrena.
El paciente diabético tiene más posibilidades de daño en los pequeños vasos del riñón y a medida que progresa el estrago deja de limpiar y de filtrar la sangre, llevando a la acumulación de residuos tóxicos en la sangre, la diálisis y/o al trasplante renal.
Los pacientes diabéticos son más propensos a padecer de retinopatía diabética, pudiendo producir sangramiento y paso de proteínas en la parte posterior del ojo ocasionando dificultad en la agudeza visual.
Los pacientes diabéticos tienen mayor susceptibilidad a sufrir infecciones como: tuberculosis, neumonías, infección de vías urinarias; esto puede ser debido a la falta de riego sanguíneo, reducción en los mecanismos de defensa o las mismas cifras elevadas de azúcar.
La diabetes puede producir un daño temporal o permanente del tejido nervioso, el 50 % de los diabéticos después de 10-20 años de sufrir la enfermedad desarrollan la tan temida neuropatía diabética (hormigueo, disminución de la sensibilidad de una parte del cuerpo, diarrea, estreñimiento debilidad, entre otros).
El mejor tratamiento es el ejerció, dieta, evitar tabaco, uso de zapatos cómodos y seguir las indicaciones del médico, es bastante sacrificado cuando se es goloso, pero estoy seguro que vale la pena.