Dando mi consulta como todos los días, la asistente anuncia la visita de la siguiente paciente de apellido Bayona y de nombre Amelia, revisando su ficha veo que es la primera vez que llega a mi consulta, me preparo a recibirla, me paro le extiendo mi mano para saludarla:» Buenos días, soy el Dr Rivera, en que puedo ayudarla», me contesta: “quiero saber cómo está mi corazón y quiero saber el resultado de mi electrocardiograma».
Se sienta junto a su acompañante, le pregunto cuántos años tiene y me dice: “Tengo 102 años, nací el 14 de enero de 1910 y quiero saber cómo está mi corazón».
Las personas que alcanzan los 100 años o más y son portadoras de una buena salud física y mental, proporcionan una mina de oro de información sobre como envejecer de forma saludable.
Encontrarse con una persona de 102 años, robusta, sana, que busca prevenir las enfermedades cardiovasculares no es algo de todos los días y es algo que recarga la esperanza de llegar a avanzada edad gozando de buena salud.
Esta mujer rompe el mito popular de que las personas comienzan a padecer inevitablemente de senilidad y mala salud cuando llegan a la edad aproximada de 80 años, ya no se diga cuándo cumplen los noventa.
Las personas que llegan a una edad avanzada gozando de buena salud, han podido controlar de alguna manera el estrés de la vida y han logrado esquivar la enfermedad cardiaca, el cáncer y enfermedades degenerativas del cerebro como la demencia o el tan temido Alzheimer.
Hojeando un libro sobre envejecimiento, noto que los centenarios comparten ciertas características: tienen una buena capacidad de recuperación y adaptación a los sucesos indeseados de la vida, poseen una excelente habilidad de afrontamiento al estrés , son autosuficientes, tienen una aceptable actividad intelectual, hacen gala de un buen sentido de humor hacia los demás y hacia ellos mismos, tienen creencias religiosas, su presión arterial es baja, aprecian los placeres y las experiencias simples, su entusiasmo por la vida nunca decrece y generalmente no fuman ni consumen alcohol, comen de manera sana; en síntesis pudieron haber sido considerados por sus contemporáneos como bichos raros.
Si en su familia alguno de sus padres, tíos, tías, hermanos han alcanzado edades extremadamente mayores; o si en su familia la aparición de enfermedades como cáncer, Alzheimer, diabetes enfermedades del corazón son sumamente raras, ¡mis más sinceras felicitaciones! , usted es poseedor de excelentes genes antienvejecimiento y tiene grandes posibilidades de alcanzar una edad centenaria si cuida su salud de manera razonable.
Las personas por lo regular nacen con genes que proveen una vida de aproximadamente 85 años, si se toman las medidas preventivas adecuadas podrían agregar unos 10 años más de vida.
Con esto quiero señalar que en nuestras manos está el cuidarnos y así prolongar nuestra existencia, paremos de fumar, hagamos ejercicio, no bebamos alcohol de manera excesiva y cesemos el consumo de comida chatarra.
Caminar 15 minutos al día es suficiente para obtener beneficios en cuanto a longevidad y disminuir el riesgo de padecer una enfermedad del corazón o cáncer.
El ejercicio también proporciona un sentido de bienestar y ayuda a mantener un cerebro ágil y activo.
Volviendo a la centenaria, durante el transcurso de la consulta los papeles se invirtieron y me di cuenta que al final el que le consultaba y buscaba el concejo de cómo lograr una edad avanzada en tan buena salud física y mental era yo y no la señora, por lo que ni se me ocurrió cobrarle la consulta.
A propósito Amelia, gracias por su ejemplo de vida.