Si esta arteria fuera tuya: ¿Tomas medicinas, te sometes a una cirugía o que te pongan stents?
Un dolor de pecho opresivo retro esternal despierta a este hombre de 69 años de edad no diabético sin antecedentes previos de enfermedad cardiaca, quien había estado celebrando con abundante comida y licor unas horas antes. El malestar es interpretado como gastritis por el paciente y su esposa, razón por la que se auto medica con un antiácido acompañado de un vaso de leche y vuele a la cama.
La mañana siguiente el malestar persiste, pero era tolerable por lo que acude a la emergencia 12 horas después. Se le toma un electrocardiograma que muestra un Infarto Agudo de Miocardio (elevación del ST) de toda la cara anterior. El medico decide manejarlo medicamente y ante la persistencia de los síntomas decide enviarlo a sala de cateterismo cardiaco la mañana siguiente.
Arteria coronaria izquierda dominante, difusamente calcificada, Descendente Anterior con estenosis en su tercio proximal y medio del 90-95%, flujo TIMI 3, Circunfleja sin lesiones significativas.
Arteria Coronaria Derecha, hipotrofica, sumamente pequeña
Arteria Renal derecha estenosis del 50 % ostial, la izquierda es sana
Ventriculografía: fracción de eyección del 45%, hipo quinesia franca de la cara antero apical
Se decide tratar la arteria Interventricular Anterior, previa angioplastia balón 2.5×30, se coloca stent 2.5×24 proximal, 2.5×12 tercio medio y 8x 8 a nivel medio-distal. Revascularización exitosa.
Conceptos claves:
En una arteria coronaria calcificada, un balón debe ser capaz de expandirse completamente antes de que un stent sea colocado.
Las arterias de pequeño calibre son difíciles de tratar percutáneamente. Los stents medicados son beneficiosos pues previenen la re estenosis en este subgrupo de pacientes.
En la era moderna, la cirugía de by pass coronario es necesaria en menos del 0.5% de los pacientes manejados percutáneamente en la sala de cateterismo cardiaco.
El 20% de los pacientes que tienen enfermedad severa de las arterias coronarias tienen placas en las arterias renales y de este 20 %, la mitad tienen enfermedad severa susceptible de ser tratada en el laboratorio de cateterismo cardiaco.