Querido Santa Claus:
Espero se encuentre bien y no esté muy fatigado con los preparativos de las fiestas de fin de año.
El motivo de esta carta es para expresarle todo mi cariño y confesarle mi preocupación por su estilo de vida.
A pesar de que lo quiero mucho, debo admitir que está un poco gordito; usted sabe que su bondad es un ejemplo a seguir por niños, padres y abuelos de todo el mundo; sin embargo el ejemplo que da en cuanto al cuidado de sí mismo, no es el mejor.
Usted parece saludable y repleto de energía por fuera, pero el sobrepeso que usted padece tarde o temprano hará su labor.
Permítame decirle que las personas corpulentas están a mayor riesgo de padecer diabetes, hipertensión, derrames cerebrales, ataques al corazón, algunos tipos de cáncer, artritis, gota y la apnea del sueño.
¿Es ese el modelo que queremos que la gente aspire? No lo creo.
Usted no solo tiene un poco de sobrepeso, usted está obeso, y que conste este término lo utilizo porque es el que debo utilizar siendo médico, y se lo digo con mucho amor y respeto.
Usted tiene un índice de masa corporal superior a 30. A propósito, el Índice de masa (IMC) se define como una medida de asociación entre el peso y la talla de un individuo, y se utiliza para definir a los individuos como normal (IMC = 18,5-24,9), sobrepeso (IMC = 25-29,9), u obesos (IMC superior a 30). Santa, ¡un índice de masa corporal tan alto es una bomba de tiempo desde el punto de vista médico!
Es un hecho que su estilo de vida contribuye en gran medida a su problema.
Usted vive en el Polo Norte, con un frio tal que todo el exterior se encuentra congelado, y esto no le permite ejercitarse fuera de su casa; ante esto usted opta por permanecer sedentario dentro de su hogar. Con la tecnología actual solo necesita sentarse en su escritorio para gestionar en base a un inventario dependiente de las cartas enviadas por los niños del mundo y supervisar el trabajo de los duendes mediante un sistema de cámaras de vídeo que instalo ya hace algunas navidades.
En base a la información suministrada por los niños, he llegado a la conclusión que usted es un poco goloso, ya que año tras año al realizar sus rondas para dejar los regalos, usted se toma toda la leche y se come las galletas que le dejan los niños la nochebuena, ya que estos encuentran vacío el vaso y el plato la mañana siguiente ¿y quién fue, si no usted?
Santa, por favor reflexione, esa enorme cantidad de hidratos de carbono no es buena para su salud y sólo contribuirá a un aumento de su corpulencia y el aparecimiento de una Diabetes.
Lo he venido observando durante años y tengo la firme sospecha de que usted ya tiene apnea obstructiva del sueño en base a su rostro rubicundo, y, aunque no he entrevistado a la Sra. Claus, es muy probable que ella sufra en silencio con sus ronquidos.
Usted realmente necesita reflexionar, comprender sus riesgos y cambiar su estilo de vida. Debe parar su costumbre de ingerir alimentos en exceso.
En cuanto a su viaje en trineo programado entre el anochecer y el amanecer alrededor del mundo para el día de navidad, recuerde que su sobrepeso lo predispone a la formación de un coagulo en las piernas que puede producirle una embolia pulmonar
Por lo tanto santa, vamos a comenzar por hacer unos pequeños cambios fácilmente realizables en su vida diaria. No permanezca mucho tiempo sentado, si usted no puede abrigarse y salir a dar un paseo largo, dígale a los Elfos que le fabriquen una banda sin fin para correr y hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día.
Empiece lentamente hasta lograr efectuar un régimen de ejercicio más vigoroso, que no sólo le ayudará a perder peso, sino también mejorara su estado cardiovascular. También tendrá que disminuir el consumo de calorías, solo si consume menos calorías lograra perder peso.
Si usted cuida de su salud, las generaciones por venir se lo agradecerán, usted se va a sentir mejor y enviara un mensaje saludable a todos los niños que le quieren y admiran.
Atentamente,
Dr. Manuel Rivera Castaneda.
Nota: Espero no haberlo incomodado y me traiga mi regalo