No es el objetivo de este escrito referirme a alguna historia de amor, así como un párrafo que Enrique, un buen amigo mío compartió en Facebook y decía: “Después de todo, todo ha sido nada, a pesar que un día lo fue todo”; el síndrome del corazón roto no es una más de las miles de historias de amor que llenan innumerables páginas de novelas románticas.
Se dice que los sentimientos se relacionan con el corazón y no con la cabeza, y es por eso por lo que la mayoría de las personas opinan que, si alguien sufre un desencanto amoroso, seguramente tiene el corazón roto; ahora bien, tener el corazón roto no es causa exclusiva de conflictos amorosos, también puede ser secundario a la muerte de un familiar muy querido o a secundario a un gran disgusto.
¿Pero, las emociones se trasladan al corazón o al cerebro?
El síndrome del corazón roto se refiere a una forma pasajera de insuficiencia cardíaca, secundaria a un debilitamiento súbito del corazón, producido generalmente por grandes emociones.
La prestigiosa revista, JAMA, a mediados del 2011, publicó que este tipo de patología también llamada Cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco) por estrés, afecta a muchas más personas de lo que se pensaba.
La Cardiomiopatía por estrés es llamada también Miocardiopatía de Takotsubo, y es un tipo de enfermedad del músculo cardíaco no causada por las arterias coronarias.
El nombre Takotsubo se deriva del apelativo a las trampas (tako tsubo) que utilizan los Japoneses para pescar pulpos.
La persona que padece esta enfermedad inicia de manera repentina un fuerte dolor de pecho y/o insuficiencia cardíaca asociada a cambios electrocardiográficos de Infarto Agudo de Miocardio de la pared anterior del corazón.
El cuerpo humano responde a situaciones de estrés activando el sistema nervioso con ciertas hormonas. De una estructura del cerebro llamada hipotálamo se envían señales a las glándulas adrenales para producir adrenalina y cortisol, que posteriormente son enviadas al torrente sanguíneo. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, y el metabolismo en general.
Al observar las personas que sufren la enfermedad, notamos que algunos desarrollan miocardiopatía de Takotsubo después de un estrés emocional, mientras que otros tienen un factor de estrés clínico anterior (tal como un ataque de asma o una enfermedad repentina).
Al inicio se pensó que esta dolencia era casi privativa de mujeres post menopáusicas, y que era desencadenada por un evento emocionalmente doloroso como: una separación sentimental, abuso doméstico o la muerte inesperada de un ser querido.
Este estudio señala que el síndrome del corazón partido, también se desarrolla en adultos jóvenes, en hombres y hasta en personas que difícilmente pueden recordar un evento estresante.
La cardiomiopatía produce un mal funcionamiento del corazón, que lleva a la persona a padecer de insuficiencia cardíaca, arritmias cardíacas, congestionamiento de la sangre en los pulmones o los miembros inferiores produciendo hinchazón.
Sin importar que esta enfermedad sea producida por problemas sentimentales, el paciente debe ser atendido con la misma premura que cualquier otro problema del corazón y así evitar mayores consecuencias. Cuando la persona sobrevive a esta dolencia, el corazón tarda en recuperarse aproximadamente 2 meses.
Hay que recordar y señalar que el estrés también mata; y que este no hace daño solo al corazón sino también a otras partes del cuerpo.
Autor:
Dr. Manuel Rivera Castaneda
Cardiólogo Intervencionista