Corazón de atleta.

Robidio es un trabajador incansable  de  nuestro país,  su medio de  transporte desde los 10 años de edad ha sido una bicicleta,    que utiliza todos los días para movilizarse por las calles del gran San Salvador; según tengo entendido  vive por el redondel  de La Gloria que se encuentra  camino al volcán  y cada mañana  montado en su Bici  a toda velocidad recorre las empinadas calles  que llevan hasta su lugar de trabajo, pasando por el redondel de la Chulona  hasta llegar al sitio donde se gana honradamente la vida   que se localiza más allá del redondel Masferrer.

Por supuesto, tiene que estar puntual so pena hacerse acreedor a un descuento por llegadas tardías.

Tengo lo impresión que   recorrer el trecho  que separa su casa de su lugar de trabajo, no es considerado por este hombre ejercicio físico , es decir no se ejercita con ninguna finalidad de guardar la línea o mejorar su salud.

Pues bien, hace unos días  me pregunto si  podía hacerse unos exámenes en un hospital del estado donde yo laboro, en el  que como todo salvadoreño que cotiza tiene un derecho adquirido; por supuesto yo acepte  y decidí  echarle una mano para que todo fuera un poco más expedito.

Al día siguiente lo encontré en el hospital esperando el resultado de una radiografía de tórax, se veía  bastante  abatido y descorazonado, me dijo: “La Doctora me ha mandado hacer  una radiografía de tórax, pues me tomo un electrocardiograma y me dijo que tengo arruinado el corazón y casi no me late. Hoy sí que estoy fregado”.

Corazón de atleta es un término que se utiliza para describir una serie de cambios que se producen  en el funcionamiento y en la estructura del corazón de personas que regularmente participan o son sometidas a ejercicio físico extenuante,  estos  tienen  sus organismos altamente acondicionados al esfuerzo. Estas cambios pueden sugerir enfermedad en los no atletas, pero en atletas son considerados  cambios fisiológicos normales.

Estas adaptaciones permiten que el corazón envié con poco esfuerzo una mayor cantidad   de sangre y oxígeno  a los  brazos, piernas y resto del organismo.

Los atletas profesionales altamente entrenados, así como los  atletas recreacionales que hacen bastante ejercicio  (como los que entrenan para maratones), son los que más frecuentemente desarrollan esta entidad denominada Corazón de Atleta.

El sello de identidad del Corazón de Atleta es la Bradicardia Sinusal (palpitaciones  por minuto más lentas que lo normal, usualmente entre 40 y 60 por minuto), Cardiomegalia (es decir un corazón más grande que lo normal) e Hipertrofia Ventricular (engrosamiento de las paredes  del corazón, usualmente del ventrículo izquierdo). Estos cambios se producen sin ser percibidos por los atletas.

Como resultado  lógico, un corazón  grande, fuerte y sobre todo sano es más eficiente  es su función de bombeo y  no necesita  sobre esforzarse para funcionar.
El diagnostico se hace  al tomar el pulso cardiaco, este es lento; la radiografía de tórax  y /o el electrocardiograma  muestran un  corazón  más grande que lo normal.

El medico pude  oír un pequeño soplo que indica la gran cantidad de sangre expulsada por el corazón en cada contracción  y por supuesto un ecocardiograma  ayuda a descartar  cualquier otra  enfermedad estructural cardiaca.

Volviendo a Robidio, le dije a que me acompañara para hablar con la Doctora y  juntos   le explicamos que  lo que tenía era un Corazón de Atleta. Este simpático hombre no sabía que era un atleta y estaba sano.

Dios bendiga a todos esos atletas que sin saber que lo son, trabajan  de manera honrada para mantener a las familias de El Salvador.